miércoles, noviembre 28, 2007

Belén blogueante

Bienvenidos al Belén viviente de Zibuk.
¿Quién quiere formar parte de mi Belén? Cómo lo organizamos, eso ya lo veremos. Yo me pido al "Ángel anunciador", pero quedan muchos personajes:
María
José
Niño Jesús
Pastores
Ovejas
Burro
Vaca
Estrella
Reyes Magos
...
¡Id eligiendo!

martes, noviembre 27, 2007

DOTR

Poner. Dejar. Lo puedes dejar puesto o quitar. Pero 3 horas solamente. Luego quitar. Una semana, y volver a poner. Al loro con las 3 horas. Ya si te equivocas, ni te cuento el pifostio que organizas.
Me gusta ser mujer.
En fin.
Pero la puedo organizar parda.
Agenda, we trust on you.

miércoles, noviembre 21, 2007

Nunca es tarde... si la cita es buena

No han hecho arzobispo a Blázquez. Y llevábamos unos meses esperando... pero va a ser que no. Así quie habrá que inferir que a Vatican-City no le mola demasiado.
Puestos a interpretar, yo diría lo siguiente: Mmmm... no me han ascendido... no me van a volver a elegir... voy a hacer algo que había que hacer, sonado y que pueda joder a Rouco Varela antes de marcharme.
Ahora en serio, me alegro de sus declaraciones. Ya era hora. Aunque le joda a Cañizares and Co.
Y a Público ya le vale. Se les ve el plumero.

viernes, noviembre 16, 2007

Burning

Empiezo a quemarme en el trabajo. ¿Un poco pronto, no creéis?

Zibuk admite pasada de rosca en abril de 2006.

No me gustan las broncas. No me gustan los enfrentamientos. Pero tengo una bocaza como una catedral. Es lo que hay. Chicos, toca autocensura.

jueves, noviembre 15, 2007

Amistades fugaces

Hace un tiempo tuve un día loco. Bueno, mejor una noche loca. Yo, la buenecita del barrio. Quién me ha visto y quién me ve.
Salí con un par de "conocidos" por las calles de Madrid. Digo conocidos porque los había conocido aquél día, digamos que compañeros de estudio. No exactamente pero puede valer. Me corrí una juerga de las brutales, de las de "el que bebe vodca se equivodca". El día siguiente estuve fatal, la resaca fue de espanto, además tenía que trabajar, disimular... una cosa horrible. Volví amarilla a la ciudad.
Pero no voy a decir que me arrepienta. Me lo pasé en grande. Lamento no haber controlado el alcohol y haber mezclado, porque eso fue el acabose. Pero la juerga fue grandiosa.
Y curiosamente recuerdo cierto momento en el taxi: recuerdo que uno de mis compañeros de juerga me tenía cogída de la mano y me preguntó si me molestaba que apoyase la cabeza en mi hombro, para dormir el trayecto a "casa". Le dije que no. Recuerdo que me dijo "gracias", y que no se durmió porque iba acariciandome la mano con el pulgar. Pero no había nada sexual ni morboso en ello. Era como si fuera mi amigo de siempre.
Y es curioso, empecé a echar de menos a mis amigos. Amigos (no amigas) que he tenido a lo largo de la vida, que los he ido perdiendo por la distancia o por la edad o por lo que sea. Con los que daba igual que fueran chicos y yo chica. Darte la mano sólo significaba eso, que nos apetecía.
Eche de menos a A., lo echo de menos por su inocencia...
No me acuerdo de quién pagó el taxi. Pero sí recuerdo que dormí con una camiseta de piolín XXL que me había llevado en la maleta en de pijama.
Me lo pasé muy bien.
Sólo lamento haber bebido esa cosa rosa antes de cenar que me hizo perder la prudencia con lo que bebía. Me gustaría poder recordar mejor los detalles de esas dos fugaces amistades.

miércoles, noviembre 07, 2007

Unknown

Hoy he picado mi nombre en Google. El verdadero, quiero decir. Y no salgo. No soy nadie. Por lo visto.

(Zibuk)

martes, noviembre 06, 2007

El Corazón tiene razones que la Razón no entiende

Os va a faltar el tiempo para criticarme con esto. Me da igual. Es un sentimiento que tengo desde hace tiempo. ¿Por qué no ponerlo aquí? En la vida real se perdería en un mar de matizaciones. Y paso. Quien quiera entender que entienda.




¿Recordáis aquella bomba que estalló en Torrevieja, mientras una joven de ETA, Olaia Kastresana, manipulaba el explosivo? Su novio, Anartz, por lo visto también de ETA y que le acompañaba, no estaba allí en ese momento, y se fugó. Un par de días más tarde apareció la esquela de Olaia en el GARA, sólo con dos palabras: "Maite zaitut". Se la había puesto Anartz.




¿Me creéis si os digo que lloré cuando lo ví? Igual es que estaba premenstrual. Ahora en serio, por encima del cinismo. Lloré cuando lo ví y aún me entristece si la veo. Para mí, que me afectase significa otra cosa. Significa que me afecta más el amor que el odio. ¿Para qué sirve el sentimiento de venganza, decir "mejor ella que otro inocente que pasara por allí"? Es mejor saber llorar por la tristeza, por el sufrimiento, por la belleza, incluso de aquél que prepara el sufrimiento de otros.
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Bueno, total, que he encontrado un artículo de Umbral hablando de eso... no es uno de mis autores favoritos, pero aquí refleja lo que yo siento: que entre el odio, la mierda y la sangre, surge, como una flor en un basurero, el amor, la poesía y la épica.
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Casi una historia de amor


FRANCISCO UMBRAL




Anartz, el etarra huido, era novio de Olaia y trabajaba en la funeraria de Pasajes. Olaia Castresana Landaberea voló con la bomba entre las manos. Anartz, su amor, su novio, su compañero, le ha puesto la última esquela: «Maite Zaitut» («Te quiero»). La cruz no es una cruz católica ni griega ni gamada, pero es una cruz de fino adorno. He aquí un comando unido no por el odio sino por el amor. La desgraciada amante se ha hecho famosa como culpable y como víctima. Anartz le pone una esquela.
Habría que remontarse a Shakespeare o a los griegos para encontrar una historia de amor tan violenta y adolescente. Pero lo cierto es que el amor herboriza con frecuencia en el territorio de la sangre, y entonces adquiere más veracidad y fuerza que los amores nacidos a la sombra de las muchachas en flor. No podemos hacer un esfuerzo para entender a esta pareja que se habían conocido, como tantas, en el polvoriento bachillerato, y habían pasado juntos al ideal abertzale, viviendo como amor el diario encrespamiento de las manifestaciones y la muerte, viviendo como dolor la caída de un compañero. Es puro Shakespeare, sí, o lo será dentro de cien años. Hoy queda ahí la esquela que él le puso y que tengo entre mis manos temblorosas no sé si de amor o de odio. Al amor suele faltarle argumento y cobra más vitalidad cuando una guerra, una lucha, un conflicto familiar, social o político complejiza sus pasiones poniendo sangre en los besos, poniendo ternura en las manos tatuadas de pólvora.
Anartz no era un buen estudiante, pero sí un joven inquieto que exhibía su actuación en la kale borroka. Hasta ahí le seguía Olaia con pie breve y decidido, como antes había destacado en el deporte. 23 y 22 años. Dos adolescencias traídas al brocal de la juventud y de la lucha por la mano de un ideal, que para ellos lo era, porque lo que pasa es que no se puede ser joven sin un amor y una lírica. La lírica de estos dos niños la entendemos mal los españoles, pero a ellos les servía. Habían dejado su amor en euskera, esa escritura de pintada, en las calles de San Sebastián.
Vivían en un piso pequeño cargado de amor y munición. La épica de la guerra arrastra siempre la lírica de los besos. Todo esto hubiera sido un lugar común sin las circunstancias finales y fatales que conllevan con frecuencia los guerrilleros apresurados, los revolucionarios pasionales y aquéllos que confunden la sangre de la vida con la hemorragia de la muerte. Anartz trabajaba en una funeraria, manejaba esquelas, y la última esquela que ha publicado es la de su propia novia. Entre el grupo de esquelas que enlutaron el periódico Gara con la tipografía urgente y sentimental de las esquelas a Olaia, se lee la palabra seca y fuerte, como un disparo, pero luminosa como un verso: «Maite Zaitut».
«Te quiero». En todos los idiomas del universo se han escrito estas dos palabras. No hay un dativo más corazonal en ninguna gramática. Eran dos jóvenes asesinos en proyecto, pero seguro que también tendrían otros proyectos más leves, más puros, más verdaderos, menos equivocados, más vivideros. Entre el amor y el crimen, la muerte no les ha dado tiempo a elegir el color de la vida frente al color negro de las esquelas.




lunes, noviembre 05, 2007

MP3 hambriento.

Me han regalado un super MP3 mega guay. La putada es que se carga vía USB. Y dice que la primera carga debe ser completa. Y aquí estoy, 1 de la mañana, esperando a que el hijoputa (hay que decirlo más) acabe de cenar.