Iba yo hacia mi casa a comer esta mediodía. Para ir a casa desde el metro tengo que pasar por una calle con bancos en los que la gente se sienta mucho a tomar el solillo esta temporada, porque se está muy bien. Bueno pues según he pasado por detrás del primero, un señor mayor que se hallaba sentado, se ha girado del banco para poner las manos sobre el respaldo y decirme: ¡Guapa!
Agh.
No es que no me guste que me llamen guapa, que me gusta. Y bueno, los viejos verdes de los bancos no son mis favoritos para hacerlo, pero a nadie le amarga un dulce ¿verdad? ¡¡¡Pero es que el tio-chungo estaba con su mujer sentada al lado!!!!!
He pasado de largo, pero me han dado ganas de acercarme y preguntarle si no le daba vergüenza.
Creo que todavía lo estoy flipando. Al de un par de metros me he girado disimuladamente a ver si la señora le montaba pollo o qué, pero supongo que estará acostumbrada. Hay que ver, le das los mejores años de tu vida y luego...
Desde luego, a mí me hace eso mi marido y cojo las tijeras de podar y ¡RAS! ¡RAS!
Solución:castración. Viejo verde...
2 comentarios:
Zibuk, no le des tantas pistas a un psicópata... Calle Iruña?? hora de comer?? tu eras rubia no??
jajajajaa
Hola Zibuk guapa, desde este lado del monitor también se te ve magnífica y solo acertamos a decirte que viva la madre que te parió. Nosotros también queremos ser tus viejos verdes y borrarte los pezones a lametazos, pero con educación eh?.
A tus pies.
Un troglodita.
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