Este blog empieza a decaer. Y no sólo porque cada vez escribo menos, que también otros indicadores: comentarios, nivel de los posts, grado de lo que me divierto escribiendo y leyendo, ... Qué se le va a hacer.
Iba a hablar sobre la mani del otro día en Pamplona, pero, sinceramente, ni tengo ganas ya de empezar a gritar "¡fachas!" a diestro y siniestro. Que estoy como desganada.
Dicho esto, os contaré que ayer fui a ver "Diamante de Sangre". Aviso a navegantes: hay spoileres. Me gustó mucho. Bueno, mejor dicho, me espeluznó bastante. Me sorprendió Leo Dicaprio, que me lo esperaba en papel de "cínico americano que al final se convierte en buena persona y héroe luchador por los demás". Y sí, bueno es eso, en realidad, es "cínico sudafricano que se convierte en buena persona"; pero me gustó que su conversión se limita a lo personal. Y es muy creíble. De repente no se convierte en el Robin Hood de los diamantes. Simplemente da su vida por otra persona. Y no hay heroicidades ni supergestos. Simplemente convierte su infierno y el de Salomon y Dia Vangi en paraíso. Y ya está.
La peli es... ufff. Sales mal. No recomendada para premenstruales, porque se jartarán a llorar; ni menores de 13 años, porque los niños no deberían ver niños morir; ni para enamorados, porque se les van a quitar todas las ganas de tocarse en aproximadamente un par de horas, asqueados del género humano; ni para nihilistas postmodernistas, porque les parecerá una mierda moralista.
4 comentarios:
No, si ahora vamos a tener que avergonzarnos por haber nacido en España.
Uno no es culpable de dónde nace. Uno sólo es culpable del mal que hace y del mal que no evita.
¿Lo que quieres decir es que deberían anexionar Navarra al País Vasco, sólo porque unos asesinos así lo dicen? ¿Y aunque nos navarros no quieran?
¿A qué viene eso?
:O
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