martes, septiembre 06, 2005

Ayer

Terminó el infierno. La lucha incansable contra los elementos: el sueño, el hambre, el cansancio. Contra lo que sabes y lo que no sabes. Y ahora sólo queda la calma. Y tras la calma, en una semana, el regocijo o la desesperación. No parará el mundo. El mundo sigue imparable en su ritmo y mi vida, sería igual o mejor. Mi vida no es mi trabajo. Mi vida no es mi carrera. Mi vida es vida. Transcurre en la calle, con quienes quiero, quienes me quieren, con quienes no quiero y querré.
Qué más da. Qué más da lo que no tiene importancia. Ayer no llegué pronto a casa. Hoy tenía exámen. Ayer no vine a estudiar a tiempo, porque alguien me lo pidió. Ayer viví. Aunque no lo ponga en mi curriculum.

1 comentario:

Zibuk dijo...

Eso es exactamente lo que quería decir. Yo antes era diferente, tenía que ser la mejor. Pero alguien me enseñó que eso no es lo importante. Aún me cuesta, pero no me rindo a luchar contra ello. No te dejes menospreciar... Todos los días debe haber algo que te llene como persona, y no como afiliado a la Seguridad Social. Para hacer algo por los demás, por ejemplo, hay mil opciones, mil grupos, colectivos, mil luchas. La mía sé cual es. Y aunque ahora estoy de vacaciones, desde luego es más importante que mi CV.