martes, marzo 13, 2007

Jon Sobrino

A los futboleros: ¿Sabéis ese desazón que te entra cuando tu equipo está por abajo en la tabla y no hace más que perder? Y cada semana vuelves al bar a ver el partido... y como mucho un empate de mierda. Esa... impotencia.
Pues esto es igual.
Cada vez que Roma abre la boca, nos echamos a temblar. Esta vez ha sido para cagarla, y no puedo menos que decir que como siempre. Jon Sobrino. Yo no tengo muchos conocimientos de teología, las cosas como son, me apaño con mi grupo de maduración y con lo que puedo leer. Sé de la Teología de la Liberación lo justo y sé de sus "contraindicaciones" lo justo también. No soy una experta. Pero este hombre, y lo sé por gente que de verdad sí sabe de esto, estaba considerado como un gran teólogo. Por lo visto en sus libros destaca la visión humana de Jesús.
Jesús fue un hombre. Eso no es ninguna herejía. Lo decía él. Lo dice Juan evangelista: El Hijo del Hombre.
También era Hijo de Dios. (En realidad todos los somos). Y también es Dios. Pero es que esto último todo el mundo lo da por hecho. Siglos y siglos, medievo por en medio, se han encargado de subrayar la divinidad de Jesús, y por eso se dice "Jesucristo". De Jesús y Cristo. Alguien me explicó alguna vez que decir "Jesucristo" es decir "Jesús, Hijo de Dios hecho hombre".
Este teólogo ha puesto énfasis en que Jesús también era humano, que sus acciones eran sobre el mundo, sobre las personas. COmo deben ser las nuestras, nuestras acciones. No mirando hacia arriba, sino pensando en arriba, mirando hacia abajo.
La Teología de la Liberación es incómoda. Por eso mataron a Ellacuría y los demás, masacre de la que se libró por los pelos Jon Sobrino. Pero no debería ser incómoda para la Iglesia, que debe dar un mensaje pro-pobres, pro-Justicia, pro-últimos.
Por eso me toca los cojones que Roma le haya sancionado y le haya prohibido dar clases en instituciones católicas hasta que "reconsidere su postura". ¿Es que acaso se pide eso mismo a aquellos que presentan el cristianismo a favor del dinero, de la élite, de los millonarios? ¿Se pide silencio a obispos que defienden la Unidad de España como dogma de fe? ¿Se hace callar a quien presenta el catolicismo como una religión opresora? ¿A quién convence a jóvenes para autolesionarse? ¿Para corrientes, de cuyo nombre no quiero acordarme, que convierten la Buena Noticia en sectarismos, en celebraciones oscuras y privadas? Eso SÍ QUE ES TRAICIONAR EL MENSAJE.
Siempre frenan a los mismos, a los teólogos más de izquierdas, que quieren hacer un mundo mejor, que recuerdan aquello de "es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja...", el "despréndete de todo y ven conmigo", el de "bienaventurados los pobres y los que tienen sed de Justicia...". No sé si este hombre se habrá equivocado en algo. Seguramente sí. Pero siempre igual, siempre igual, siempre los mismos.
Cae sobre nosotros como un jarro de agua fría. Como una sempiterna decepción. Como cuando el Athletic no hace más que perder jornada tras jornada. Cómo cuesta hoy decir "yo también soy Iglesia". Algunos días más que otros. Es mi casa, sí, pero ójala en casa nos escucharan más a los de abajo, que también somos de casa.
ACTUALIZACIÓN: Ahora que lo pienso... ya había leído algo sobre la conciencia o no de Jesús de su divinidad. Pero no era de Sobrino. Era de Leonardo Boff. Y qué bien escribe, qué claro, incluso para jóvenes como yo, lejos del estilo anquilosado de otros. Claro, humano, y real. Con sentimiento del dolor real de los que sufren. Pero claro, también está desautorizado. (Cómo no).
Si siguen así, se quedan sin nadie en el trabajo pastoral, porque si tienen que echar a todos los educadores en la fe que hemos utilizado materiales dudosos de Boff y otros en las parroquias...

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