Defensa de la madrastra de Blancanieves

Con la venia de Su Señoría. Para ratificarnos en el escrito de defensa en el sentido de solicitar la libre absolución de Dña. Madrastra de Blancanieves por considerar que tras la prueba practicada no ha quedado suficientemente acreditada su participación en los hechos que se le imputan y por tanto no quedar desvirtuada la presunción de inocencia.

La acusación se basa únicamente en el indicio de haber encontrado una única huella en la manzana roja que mordió la víctima. En efecto, y tal como reflejaban el atestado y el informe pericial dactiloscópico, se encontró una huella de Doña Madrastra de Blancanieves en la manzana. Sin embargo ninguna de las demás huellas tomadas, tanto en la cerradura de la casa de los enanitos, como en el cristal que se encuentra en el lugar donde cayó Blancanieves, se corresponden con las huellas de Dña Madrastra. Por lo tanto, lo único que acredita su huella en la manzana es que la tocó, pero atribuir al titular de las huellas la participación en un hecho delictivo, necesita, para desvirtuar la presunción de inocencia, que no sea posible otra explicación alternativa. Si es posible establecer una conclusión contraria, basada en la incertidumbre o duda razonable, el proceso valorativo debe decantarse por una solución absolutoria.

De tal manera, sus huellas pueden haber estado en la manzana por diversos motivos, como haber llevado manzanas a Blancanieves para que los enanitos mantuvieran una dieta equilibrada (es evidente que bien alimentados no han estado, dada su escasa altura), o haber estado en la frutería interesándose por alguna fruta.
La negativa a reconocer en la declaración judicial el haber tocado manzanas en la tienda, se puede deber a diferentes circunstancias, tales como el temor que crea en cualquier persona verse implicado en un procedimiento penal.
Por otra parte, decir también que aunque se recogieron dos huellas de la manzana, solamente de una se incluye el informe dactiloscópico. La explicación de la Policía ha sido que es inútil reiterar en dos informes para dos huellas lo que se puede decir sobre una, pero en todo caso, se vulneran las garantías de que esa segunda huella fuera de Doña Madrastra, pudiendo ser de cualquier otra persona, en cuyo caso se podría establecer una duda razonable de si Doña Madrastra, en virtud de ese único indicio que es la huella, es la ÚNICA persona que pudo haber envenenado la manzana.
No se puede acreditar, por lo tanto, que Doña Madrastra envenenara la manzana.
Mucho menos puede acreditarse que Doña Madrastra fuera allí ese día disfrazada de viejecita, lo cual ya pertenece a un ejercicio de imaginación por parte del Ministerio Fiscal para explicar que los testigos únicamente vieran a una persona anciana por los alrededores.

Por todo ello, solicitar la libre absolución de mi patrocinada Doña Madrastra de Blancanieves.
Subsidiariamente, si se entendiera probado por parte de Su Señoría que Doña Madrastra efectivamente envenenó la manzana que Doña Blancanieves mordió y que la mantiene en la situación de coma irreversible actual, ello sería constitutivo de un delito de lesiones del art. 147.1 del código penal y no de una tentativa de homicidio como pretende el Ministerio Fiscal, puesto que de la cantidad de veneno encontrada en la manzana no puede inferirse ánimo de matar sino ánimo de lesionar, y por lo tanto se interesa una pena de seis meses de prisión y que la ejecución de tal pena quede suspendida condicionando tal suspensión a la comisión de futuros delitos.

Eso es todo, Señoría.