lunes, julio 09, 2007

Carta

Eres sincero y bueno. Eres honesto. Honrado.
Eres trabajador, diría que un poco despistado. Bueno, muy despistado.
El otro día les hablabas, de las mujeres, de la discriminación, y no desde el orgullo, ni desde la compasión, ni poniéndote a la defensiva, como sueles hacer. Les hablabas de la lucha, y de la necesidad de esa lucha. Yo, te miraba, sentada, asintiendo.
Hablabas del Reino. Y no te temblaba la voz. Hablabas de responsabilidad. De dar la cara, del combate por la Justicia. Les decías, esto es impepinable, y ellos reían nerviosos, y yo te miraba, admirada.
Y notaba un hormigueo... y me sorprendía deseándote mucho más que nunca...
Y les decías: ya no hay más tonterías, ahora vamos en serio, ya no vale escaquearse. Hora de cumplir.
Y seguías hablando, de los últimos, del sentido de pertenencia, de la comunidad, de las personas.
Y meneábas arriba y abajo mi boli (porque tú nunca te acuerdas de coger uno ¿he dicho ya que eres un desastre?), que no es cuestión de encerrarse en un monasterio, que la vida es sacramento y que ahí debemos actuar.
Y, sorprendentemente, yo no tenía que interrumpirte, como suele ser habitual, cada vez que dices alguna inconveniencia o alguna burrada... porque era símplemente perfecto, era el Espíritu saliendo de ti.
Hablabas de construir, de ser libres, de lo importante.
Hablabas de Dios.
Del testimonio, de moverse por los ideales.
Hablabas de que no podemos solucionar todo, de que estamos para ser felices, que los cristianos SOMOS (que se atrevan a aceptarlo) alegres y felices.
Te cogí aparte, después, mientras hacíais la cena "Oye, has estado genial, eres muy bueno", te dije. Pero eso no agota la sensación, ¿sabes? La sensación de orgullo y de admiración. De sorpresa, porque tú, esa persona que eres, quisiera, más tarde, acariciar cada trozo de mí.
Y de sorpresa aún, tanto tiempo después de conocerte y amarte, de qué tú, la persona increíble que me demostraste otra vez ayer que eres, me estés echando de menos ahora mismo. A mí.
Maite zaitut.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa admiración que siente hacia mi es casi enfermiza. Lo nuestro no funcionaría, dos abogadas, uffff espeluznante.Pero debe de ser fuerte.

Zibuk dijo...

Apio: lo siento, pero me gustas como amiga... :)

Anónimo dijo...

así me gusta, que sea fuerte.

Anónimo dijo...

Me dejaste sin aliento.
Un saludo :)

Anónimo dijo...

No sois abogadas... sois licenciadas en derecho...

Y yo no soy informático, soy algo bobo...