El recuerdo

La vida cambia. No todos los cambios son buenos, a veces algo te empaña. Mi abuela murió hace un par de años. La quería mucho y todavía hoy me pongo a llorar si la recuerdo. Se puede decir que me crió ella. Pero el tiempo pasa, y no puedes seguir dándole el coñazo a la gente por eso. Ni en casa ni fuera. A veces sí, pero no siempre. Normalmente me guardo para mí el dolor.
El tiempo de luto tiene una duración. Esa duración ha pasado para mí, y no es normal, supongo que siga así, o al menos no socialmente. Así ques ocialmente no existe ese sentimiento, pero existe.
Recuerdo que era Septiembre y que fue el Athletic-Depor, que el Athletic perdió y que me enteré cuando llegué a casa. Y yo tenía un movil amarillo. Lo sé porque llamé de él.
Cuando aún era reciente, lloraba a todas horas, pero nunca con los de casa, no era plan de poner a la familia peor. Pero fuera, sí. Y yo me preguntaba: ¿cuánto va a durar esto? ¿cuando podré recordar sin ponerme así?
Y al final fue pasando. Y ya no me acordaba a todas horas, ni todos los días, ni siquiera todas las semanas.
Pero cada vez que recuerdo, se me encharcan los ojos. Me gustaría poder hacer una bonita poesía sobre esto pero sólo me sale éste frío análisis. Yo soy así. Y me pregunto: ¿cuando podré recordar sin dolor? ¿O es que va a ser ya así para siempre? ¿O los recuerdos se irán espaciando en el tiempo, cada vez más, hasta que se sumerjan en el olvido?
Siento el depre-post.

Amama, maite zaitut. Zaindu gaitzazu hortik goitik.