Tengo mal día. He despertado con una bronca de fondo, que no iba conmigo, pero por no encontrármela por los pasillos (a mi madre enfurecida), he salido a hurtadillas de mi habitación, me he metido al baño y he orinado lo más silenciosamente posible para meterme de nuevo a la cama hasta que se dispersara la borrasca. Da igual, porque dos horas más tarde, cuando me he levantado por fin, la borrasca seguía y encima me he comido el marrón por levantarme tan tarde. Total, que es lo único que me he comido, porque por no ir a la cocina y encontrarme con el dragón asesino (mi madre) ni he desayunado. Y eso sólo ha sido el principio. Mal, mal día. Y mañana a currar. Odio los lunes. Pero es que hoy odio también los domingos nublados.
domingo, enero 08, 2006
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