domingo, octubre 16, 2005

Fronteras de acero y humo

Siento volver sobre lo mismo que escribí hace unos días. Me había prometido a mí misma no volver sobre lo mismo pero es que una vez que me siento ante el PC, sólo se me ocurre esto, es que monopoliza mi pensamiento ahora mismo. Y ya que nos ponemos a criticar, critiquemos sobre algo serio.
No puedo ver el telediario. Cada vez que sale esa gente a la que han dejado abandonada en el desierto me avergüenzo de pertenecer a la raza humana y más específicamente a los que quedamos a este lado de la verja. Cuando una sueña con pertenecer a un país propio del propio pueblo al que pertenece, sueña con su Estado ideal. Si algún dia Euskal Herria fuese independiente, ójala no tuviera ejército. Ójala no tuviera una frontera que fuera "acero para hombres y humo para el capital". Creo que vivo en un lugar en el que es impensable abandonar a seres humanos en medio del desierto. En el que es impensable atizar a una PERSONA para que no pase una verja que separa la vida de la miseria. PERO NUNCA SE SABE.
La utopía es inalcanzable por definición, pero por definición es algo por lo que se lucha. Si resultara que al final todo es lo mismo, que el hombre es un lobo para el hombre, y no tenía razón Kant sino Hobbes, y REALMENTE somos unos seres podridos que sólo buscan dinero, fama, bienestar propio; si no somos más que unos seres inmundos, a quienes tanta gente, tantos profetas, tantos dioses no nos han sabido enseñar nada, me desilusionaría de verdad, perdería el amor por mi tierra.
Tenemos un gran acervo. Grandes hombres y mujeres vinieron a este mundo a gritar que otro mundo es posible. Y soy cristiana pero no sólo Jesús tuvo ese mensaje. Si no crees en Dios mira otros mensajes: Gandhi, Lutero, Martin Luther King, Rigoberta Menchú, Einstein, el Dalai Lama, yo qué sé. Creyentes, ateos, científicos, religiosos, laicos...
No puede ser que sólo algunos vean que esto no puede ser así. Que quien salta es una persona. Que no nos deben nada. Que si tuvimos la suerte de nacer a este lado, no es nuestro mérito, NO NOS LO HEMOS GANADO.
No creo que tengamos una deuda histórica con nadie. Tenemos una deuda real. De ahora. CONTEMPORÁNEA. Que las fronteras existen porque a nosotros nos hacen sentir más seguros. Nos asusta la gente. Creemos que si vienen todos, nos dejarán sin trabajo, sin dinero. Pero no importa que se afinque una empresa alemana con mucho capital, que los patronos aplasten a los trabajadores.
Dejemos de ver la tele, de ver publicidad. No necesito una PS2 ni una PSP ni una pantalla de plasma ni un coche ni todas esas mierdas que todavía tienen impuesto de lujo (por qué será). Pero esa gente sí necesita de nosotros. Por Dios, nuestro grito debería ser tan ensordecedor que nos escucharan todos los gobiernos de los países, y si no, debería darnos vergüenza.

4 comentarios:

Iñaki y Eider dijo...

Hola Zibuk guapa, me ha emocionado mucho tu oda a los tiempos adversos y a la emancipación del alma.

Un beso.

SIRU dijo...

Bueno, creo que tienes razón, pero supongo que ni tu ni nadie se va a desprender de sus comodidades para ir a ayudar a esa gente que viene.
Por desgracia, esta vida lleva mal organizada desde su mismo comienzo, y no hay que irse a las fronteras para ver desigualdades...

Zibuk dijo...

Bueno, realmente no sabes si yo me desprendo de mis comodidades, si invierto horas en ayudar de una manera u otra a la gente. De todas, maneras, es irrelevante: si lo hago, no debería vanagloriarme de ello pq lo consideraría mi obligación; y porque si no lo hago, eso no justifica que los demás no lo hagan, al fin y al cabo es cometido de todos y cada uno de nosotros. En mi opinión cada uno tiene un cometido concreto en esta vida en el sentido de ayudar, y si cada uno no hace lo que le toca, simplemente se queda sin hacer.
De todas maneras, sí que hay gente que lo hace, y ójala fueran más.

Anónimo dijo...

bueno, me adelanté a ti, el viernes ya puse en mi blog lo q opinaba sobre el tema
asi q solo te dejo mi visita