Una vez me enredé en la red de redes, y allí te encontré. Tiraste de un extremo del hilo y me liberaste, y a la vez, me liberaste también de mi vida que era pura rutina, del trabajo que me ahorcaba. Guiando mi barco por la red, siguiendo mi instinto, te encontré, o me encontraste, no sabría decirlo. Días y noches pasaba sentado frente a la pantalla hablando contigo, utilizando nuestras manos. Y soñábamos, que algún día tal vez podríamos usar nuestras manos en otro tipo de conversación. Y me libraste de mi vida anterior. De mi vida normal y despreciable. De mis aburridas obligaciones, de mi tediosa familia, de los amigos falsos que sólo buscaban su propio interés. Me salvaste de ellos. Y yo sueño que hice lo mismo contigo. Soñaba con tener tus suaves dedos escritores sobre mi piel. Y tú decías que sí, lo decías cada vez que te desconectabas, "yo te tocaré de verdad".
Y un dia, desapareciste. No apareciste nunca más, no lo has hecho, ni siquiera para decir adiós. Lo que antes era la luz de la esperanza ahora no me parece otra cosa que el azul repugnante de la pantalla. Y me has dejado aquí, vacío. Sin amigos, sin trabajo, sin familia. Sin la promesa del escalofrío de tus manos sobre mi piel. Para siempre.
jueves, noviembre 09, 2006
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4 comentarios:
tranquilízate chica, seguro que aparece otro majadero de esos que navegan or la red de redes.
Gracias por la traducción. Y me ha encantado la historia, como todas las tuyas.
Apio: es ficción, pero de todas maneras, confío más en la realidad para encontrar princpies azules que internet.
Linda: de nada, la hubiera puesto a la vez, pero me quería ir a la cama y lo dejé para el día siguiente.
Muy muy chula :) Y sí, gracias por la traducción, que no me habíia enterado :P
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