Un buen día, Mikel se despertó y descubrió que no amaba a Leire. Ni siquiera él sabe exactamente el momento en el que lo descubrió, pero, en algún momento entre la cena del día anterior y el desayuno, lo había pensado y confirmado. Mikel se levantó del taburete y se dirigió a la habitación para hablar con ella, pero ella estaba en la habitación de los niños, vistiéndolos para que no llegaran tarde a la Ikastola. Sonrió antes la imagen y cogió su maletín. A la tarde hablaría con ella. Fue a su plaza de trabajo en la Diputación en metro, trabajó y comió con un colega. Tenía que hablar con ella. Ya no la quería. Salió de trabajar y pasó a las 5 a buscar a uss hijos a la Ikastola. Leire volvió de trabajar en el Hospital a las 7. Entre el griterío de Markel y Hodei, hicieron la cena y los acostaron.
Mikel esperaba a Leire en el sillón, preocupado. Tenía que decir que ya no la amaba, para no sentir que mentía. Leire llegó con dos copas de vino. Las dejó sobre la mesa y se tumbó en el sofá, inclinando su cabeza sobre la de Mikel. "Te he echado de menos hoy" susurró.
5 comentarios:
QUe siga con ella y se eche una amante, así todos contentos.
Bueno nena, yo nunca te haría eso. Si algún día terminara la química entre los dos me haría el harakiri.
jajajajja. Voy a hacer un cuento en plan serie de estas de elegir los caminos. A votación popular. Si quieres que
a) le deje
b) se quede y sopese
de momento hay un voto por cada opción. Voten, voten. Esta noche escribo la segunda parte.
El tuyo ya estaba contado Igo, solo se puede votar una vez, jajajaja
Eh, que yo he dicho que siga con ella, lo que pasa es que apunto el matiz de que se eche querida para que cubra el vacio emocional...
A mi apuntame la C)
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